Conjunción entre el dios de los cielos y de los mares

 

Mañana 12 de abril de 2022, seda la conjunción exacta entre los planetas Júpiter y Neptuno. Este es sin duda el mayor evento astral de este año, como sabemos todo se repite, en distinto momento y lugar, por lo cual a menudo es difícil de comprobar, pero tenemos la percepción de que esto es real. Júpiter y Neptuno realizan una conjunción cada 13 años, pero no se realizaba en el signo de Piscis, dónde ambos tienen regencia o dignidad desde 1856, la próxima se dará en el año 2188.

Con mucha anterioridad a la primera qué os contaba, dice la mitología que Zeus (Júpiter), Poseidón (Neptuno) Hades (Plutón) se unieron para acabar con la tiranía, por aquel entonces escenificada por el padre de los 3, Cronos (Saturno) el Dios del tiempo.

La conjunción entre Neptuno y Plutón que ya llevamos experimentando, algunas semanas llega mañana a su cenit, y seguirá su influencia intensa en estos próximos días festivos, y más allá de ellos. Veamos breve y algo técnicamente lo que significa la relación entre estos dos dioses el de los cielos y el de los mares. Esta Unión nos indica un sin fin de complejidades, entre la euforia Jupiteriana y la sensibilidad sublime de Neptuno, entre el goce optimista de la vida y la voluntad de cambio que empuja a veces hacia extravagancias excesivas, o prohibidas, en el plano práctico relación entre la fortuna (incluida la económica) y sus posibilidades de cambio (crecimiento o pérdida).

A nivel personal es decir para aquellos que tienen esta configuración en su tema natal, pueden llegar a experimentar una sobrecarga de sensibilidad que pueden llegar a exacerbarse cuando la Luna en este tema es también sobresaliente. La inserción optimista en la vida se da a través de la voluntad de cambio, en ocasiones atreves de los grupos con las que entran en contacto.  El hedonismo Jupiteriano  se afirma gracias a la sensibilidad, inclina al refinamiento, en ocasiones se vuelve sofisticado e inquieto, siempre a la búsqueda de estímulos y de satisfacciones poco convencionales. Según la casa donde se encuentre esta conjunción los efectos que produce la misma, pueden ser muy diversos, determinar la habilidad de un cocinero, de un músico o asegurar el éxito de un banquero debido a su capacidad de metamorfosis en la gestión del dinero. En el caso de mantener algún tipo de aspectos tensos o disonantes, en especial la oposición con la Luna, nos habla de una falta de control sobre la propia curiosidad hacia las cosas qué podemos considerar placenteras, formas atípicas de generosidad, en general es bastante sensible a todo tipo de tránsitos, digamos conflictivos.

En su vertiente más positiva, nos habla de individuos sumamente altruistas, bondadosos generosos, potencialmente los verdaderos místicos, aquellos que tienen un conocimiento intuitivo de lo intangible, que pueden experimentar la divinidad en su interior. Estas personas por lo comentado pueden llegar a alcanzan, niveles proféticos dado que la inclusión de Neptuno en el aspecto, aporta dotes paranormales.

La gran cantidad de posibles expresiones de esta conjunción a nivel personal, quedan de manifiesto en la posición, de la casa que ocupa y los aspectos que recibe de los demás planetas. Desde aquellos que desperdician su suerte o se la entregan vanamente a los demás hasta aquellos que en su interior tienen muy arraigado el deseo o  necesidad de sacrificio por los demás, la necesidad de entregarse a una causa común. Existe en la mayoría de los casos una inquietud o un anhelo hacia realizar grandes aventuras y largos viajes en especial por mar, en estos encuentran experiencias románticas, fantásticas y místicas. La compasión está implícita en este aspecto, pero también debemos tener presente dada la naturaleza de los planetas en especial la de Neptuno, el impulso escapista, en el fondo se desea escapar de aquella realidad que definía Woody Allen cuando decía: “La vida está llena de soledad, miseria, sufrimiento, tristeza y sin embargo, se acaba demasiado deprisa.” 

El amigo Woody, como podéis observar tiene una tensa cuadratura entre ambos planetas, además su Neptuno natal, se encuentra en cuadratura a Quirón, y este ultimo en oposición a su Jupiter, formando así una T cósmica, estos aspectos sumamente interesantes, que no entrare a tocar en este momento, forman parte de otra de las frases del genial personaje cuando dice: La vida se divide entre lo horrible y lo miserable.

Esta conjunción, abre un ciclo de tiempo donde se irá manifestando, en su momento y lugar lo comentado. La significancias y trascendencia de aspectos de gran calibre quedan a menudo eclipsados por las circunstancias dramáticas del vivir cotidiano, que como en estos momentos nos llevan a observar situaciones de muy distinto formato.

Recordemos que Ares, dios de la guerra, Marte para los latinos,

Se encuentra bajo las ordenes de Zeus, quien en estos momentos se encuentra fraguando una expansión de la compasión a niveles nunca vistos en este planeta, la magnitud del cambio que se avecina requerirá de tiempo, para ser asimilada por la humanidad, no así a nivel personal, pues como es sabido, quien quiere, puede.

Que esta conjunción os sea provechosa, el próximo tren pasa dentro de 166 años.